Preocupaciones del candidato cuando hace Videoentrevista
¿Una empresa puede obligarte a hacer este tipo de entrevista?
No, nadie puede obligarte. Sin embargo, si rechazas, puede que te preguntes: “¿Me excluirán del proceso de selección?”. Aunque resulte sorprendente, si tu perfil encaja a la perfección con el puesto, es probable que pases a la siguiente ronda del proceso de selección, aunque no hayas hecho la entrevista.
Si un candidato rechaza la videoentrevista, pero tiene un currículum muy interesante, la empresa podría darle la oportunidad de hacer una entrevista tradicional. Tenemos que ser flexibles, aunque al final todo depende de la política de Recursos Humanos de cada compañía. Algunos reclutadores deciden a veces saltarse el proceso habitual, mientras que otros prefieren seguirlo al pie de la letra.
¿Puede empezar de nuevo si no está satisfecho con el resultado?
Este es otro aspecto que depende del entrevistador. Algunos prefieren la espontaneidad, pero otros le dan la oportunidad de empezar de nuevo. No es recomendable volver a grabar, puesto que se quiere que sea lo más natural posible. Se supone que este formato reemplaza la entrevista telefónica, y en una llamada no puede borrar lo que acaba de decir y empezar de nuevo. Además, si graba la misma parte dos o tres veces, sabrá la pregunta con antelación, por lo que tendrá una respuesta más preparada y esta no tendrá el mismo impacto.
Sin embargo, algunos entrevistadores lo permiten: Saben que se trata de una actividad estresante, sobre todo si es la primera vez, por lo que dar a los candidatos la oportunidad de intentarlo de nuevo puede tranquilizarlos.
Aunque un entrevistador no le permita volver a grabar una respuesta concreta, quizás acepte que repita todo el proceso desde el principio, sobre todo si se ha quedado totalmente en blanco.
Estar a solas con la cámara
No tener a nadie en frente puede ser una ventaja o, por el contrario, una desventaja. Dependerá de su personalidad. A las personas que temen las preguntas difíciles o las preguntas trampa les puede resultar más fácil tener 30 segundos para pensar la respuesta y no tener que preocuparse por posibles preguntas adicionales. Este tipo de videoentrevista es que no tiene el problema del sesgo personal: no se encontrará con una persona de carácter difícil con quien no se sienta a gusto, pues estará a solas con la cámara.
Pero esta falta de interacción puede ser un problema para otros candidatos, pues les impide poder percibir si ha habido una buena conexión con el entrevistador. Otros pueden considerar que el formato en vídeo resulta más complicado, ya que no cuentan con la presencia de un entrevistador para servirles como guía durante el encuentro.
Una actividad estresante e incómoda
Para muchas personas, verse a sí mismas hablando en pantalla resulta incómodo. Y con razón, porque si no está habituado a este tipo de práctica, tiende a concentrarse en su apariencia, a juzgarse de manera negativa y quizás acabe perdiendo la calma. Solo es cuestión de acostumbrarse: Los candidatos que hacen una videoentrevista por primera vez a menudo afirman que es estresante o incómodo. Pero estamos seguros de que si les preguntamos cómo se sintieron en su primera entrevista de trabajo tradicional, dirían lo mismo. Solo es cuestión de práctica. Cuando lo ha hecho una o dos veces, se convierte en un simple requisito.
¿Qué pasa con sus datos personales?
La cuestión de cómo se utilizan los datos personales tiene una gran importancia hoy en día, sobre todo en este tipo de contexto. Es normal que los candidatos se preocupen por lo que pasa con su vídeo una vez terminado el período de contratación. Sin embargo, jamás son publicados ni reutilizados. Apenas termina el proceso de contratación (es decir, cuando se le da el puesto a alguien), se elimina el vídeo y nadie puede verlo de nuevo.
A primera vista, una videoentrevista pregrabada puede parecer una práctica muy estresante, pero no es más difícil que la entrevista clásica a la que ya está habituado. Por lo tanto, le aconsejamos que la vea como una oportunidad ideal para demostrar sus cualidades, en especial si su currículum no es muy compatible con el puesto en cuestión. Si un entrevistador le propone este tipo de entrevista, no dejes que los nervios ganen la batalla y ¡Atrévase!